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Las 6 características que hacen únicos a los bares andaluces

Y a ti, ¿qué es lo que más te gusta de un bar andaluz?

Hoy hemos venido a hablar de algo muy nuestro, tan propio de los andaluces como las tortillas de camarones, el flamenco o Lorca. Nos estamos refiriendo por supuesto al bar andaluz, a ese ecosistema propio, a ese microcosmos en el que tantas y tantas horas hemos pasado. Pero, ¿qué tiene este espacio que lo hace tan único?, ¿qué nos atrae?, ¿qué nos atrapa? Continúa leyendo y descúbrelo. 

Estas son las 6 características que hacen a un bar andaluz único. 

1.Barra: 

No importa dónde esté ubicado el bar, ya sea en la ciudad más grande o en el pueblo más recóndito, todos, absolutamente todos comparten un mismo eje central. Un espacio privilegiado que actúa como punto gravitacional para todo lo que allí ocurre. Nos estamos refiriendo por supuesto a la barra. Las hay de todo tipo. Las más tradicionales de madera, la más patrióticas de azulejo, las más clásicas de ladrillo visto y las más económicas de metal. Aunque nada supera al auténtico unicornio de las barras de bar, la que tiene gancho para colgar los bártulos. Y todas, absolutamente todas, están rodeadas de un cementerio de huesos de aceituna, cabezas de gamba y servilletas impermeables, de esas que necesitas cinco para limpiarte el aceite de las croquetas. 

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2. Camarero/a: 

En la barra habita un ser mágico e imprescindible de cualquier buen bar andaluz que se precie: el camarero/a. Y no estamos hablando de un profesional de la hostelería cualquiera, no, estamos hablando de la élite del sector. Un camarero/a que te conoce por tu nombre, a ti y a todos los de la zona, que sabe lo que tomas, tú y toda tu tropa, y que te trata como uno más de su familia. Una mente privilegiada que puede recitar los especiales del día y llevar la cuenta de todas las mesas de memoria, aunque por aquello del folklore la haga con tiza en la barra. Un auténtico terremoto capaz de contarte un chiste mientras te sirve una cerveza helada y pone una tapa de cabrillas a los de al lado. 

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3. Decoración: 

Coco Chanel solía decir que “menos es más” pero en Andalucía hemos demostrado que hasta la más influyente diseñadora de moda de la historia puede estar equivocada.  Los bares andaluces son la mejor prueba de ello porque su decoración se basa en un único principio: más es siempre más. En un bar andaluz todo pega y nada desentona. Las puertas de hierro y forja encuentran en los arcos de ladrillo visto su mejor compañía. Los techos con vigas de madera se hermanan con los suelos de losas mazaríes o de albero, una auténtica reliquia en pleno 2020. Nunca hay un mal lugar para colocar un azulejo o una fotografía de un famoso, un familiar o alguien variopinto que simplemente pasó por allí. Y las barras no son verdaderas barras a menos que estén sepultadas en vitrinas de tapas, grifos de cerveza, barriles de vino y botellas.

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4. Tapas: 

No encontrarás un bar andaluz en el que seas capaz de memorizar todas las tapas que ofrece. Es imposible. Hay quien lo ha intentando pero ha terminado desfallecido en el intento, así que no te lo recomendamos. Langostinos de San Lúcar, boquerones en vinagre de Málaga, porra antequerana, salmorejo y rabo de toro de Córdoba, choto de Granada, cabrillas de Sevilla, ensalada con productos de la huerta de Almería, vino de Jerez y Manzanilla, el aceite de oliva siempre de Jaén y el Pescaíto Frito de toda la comunidad. Nada falta, nada sobra. Desde el desayuno hasta la recena un bar andaluz nunca te fallará. Además, a pesar de las modas que han surgido por ahí en Andalucía la bebida sigue llevando tapa, como tiene que ser. 

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5. Sobremesas: 

Con todo lo dicho hasta el momento no hace falta explicar porqué las sobremesas de bar andaluz son las más extensas del país. Ríete tú de Star Wars y El Irlandés, eso no es nada. Una comida en un bar andaluz puede terminar en desayuno

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6. Ruido: 

Sí, en un bar andaluz hay ruido y a mucha honra. Hay ruido porque hay vida, hay ruido porque hay risas, hay ruido porque hay celebraciones especiales, conversaciones trascendentales y debates que arreglan el mundo. Hay ruido porque en Andalucía si hay algo es alegría de vivir, y eso no se puede experimentar en silencio. 

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Y a ti, ¿qué es lo que más te gusta de los bares andaluces?